El entorno VUCA en el que vivimos tras el impacto de la COVID-19 no ha dejado indiferentes a las organizaciones. A los inicios de la pandemia la situación supuso un gran revés del que las empresas deben aprender y rehacerse. ¿Cómo? Esta es la gran pregunta, y solo aquellos directivos resilientes podrán dar respuesta. 

Ahora bien, ¿cómo pueden afrontar los desafíos actuales los directivos? ¿Cómo ser un directivo de éxito en entornos VUCA? En el siguiente artículo te damos las claves para que seas el líder referente en la empresa. 

¿Qué nuevos retos se presentan para los directivos?

Para la mayoría de empresas, la situación actual, resultado de la pandemia, está siendo muy crítica. Exige tomar medidas extremas para momentos extremos. Aún así, lo urgente no debe quitarnos de lo importante. Esta debe ser la principal máxima para cualquier directivo que quiera hacer frente a este gran reto. Hay que sobrevivir y garantizar la solvencia de la empresa, pero sin perder de vista el posicionamiento competitivo y estratégico en el futuro. 

Muchos teorizan sobre fórmulas mágicas, pero la realidad demuestra que no existe un método absoluto, sino que solo mediante la practicidad y el trato con la realidad será lo que ayude al directivo  a guiar la organización hacia un nuevo rumbo.

Es momento para el cambio estratégico

Las reglas del juego han cambiado tras la pandemia. Ya no sirven los métodos tradicionales o históricos. Ahora hay otros factores que se han posicionado como claves en el buen hacer de un directivo y cultura empresarial. 

Personas en el centro 

Para realizar ese viraje estratégico, las organizaciones deben potenciar el papel que juegan las personas y situarlas en el centro de todo. Ya no solo pensando en los empleados, que también, sino teniendo en cuenta a otros agentes como son los proveedores, clientes… 

Los intereses y preocupaciones de la sociedad están cambiando y temas como las políticas medioambientales y la perspectiva de género cada vez son más relevantes. Existe un mayor compromiso de la sociedad por el impacto social que tienen las organizaciones.

2×2. No solo generar valor corporativo, sino generar valor social

Como directivo de éxito, una de las claves principales para afrontar los desafíos actuales es que debes preocuparte por mejorar el mundo que te has encontrado. Y es que, solo sobrevivirán y mejorarán su posición competitiva aquellas empresas que sepan transmitir ese compromiso con la sociedad.

Trípode estratégico

La estrategia clave de un negocio debe ampliar su punto de mira. Y no solo debe fundamentarse en la planificación estratégica, sino que también debe incorporar innovación y digitalización, así como aprendizaje y desaprendizaje.

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Si queremos resultados distintos debemos hacerlo con acciones distintas. Además, es fundamental en entornos VUCA que los directivos se preocupen tanto por tener una agenda formativa y de aprendizaje propia como otra para su equipo de trabajo. 

Binomio propósito-agilidad

Las empresas deben tener claro cuál es su propósito, es decir, para qué hacen lo que quieren. Para ello, deben realizarlo mediante procesos ágiles, lo que se conoce como Agile Management. Esto será lo que garantizará la capacidad de respuesta y de adaptación del a compañía ante estos desafíos actuales. 

¿Qué habilidades debe tener un directivo de éxito en la era post-covid?

Líderes transformadores

Los directivos deben dejarse de ocurrencias, es decir, hacer pruebas tras cada idea que se tenga, y no tener miedo a cometer todas las transformaciones que sean necesarias. Estas innovaciones no necesariamente deben ser tecnológicas, pueden ser transformaciones culturales. Con estos cambios podrás generar ventajas competitivas. Eso sí, para transformar la organización primero debes empezar transformándote tú aprendiendo o desaprendiendo lo que ya sabías hasta ahora. 

Gestión del tiempo y no procastinar

Tenemos tendencia a llenar la agenda de reuniones y trabajo. Pero realmente estos sistemas lo único que hacen es hacernos menos operativos a nosotros como directivos, y al resto del equipo. No se trata de llenar la agenda de reuniones, sino de llenarla de objetivos para hacer un plan para lograrlos. Para ello, antes de concertar una reunión, primero debes preguntarte el su propósito y valorar su relevancia. 

Acompañar y facilitar más que mandar 

Uno de los puntos fundamentales para lograr ser un directivo de éxito es reflexionar sobre la aportación que hacemos al resto del equipo. Los directivos deben facilitar el crecimiento profesional de sus trabajadores. Atrás quedan ya actitudes autoritarias o figuras que creen que tienen todas las respuestas. Ahora más que nunca se debe saber escuchar tanto a los equipos como a los clientes. 

Para ello, es importante que planifiques tu tiempo dedicando momentos para ver a tus clientes, proveedores y a tu propio equipo. Debe ser un liderazgo muy consciente, de servitud más que de mandato. Así pues, para ser un directivo de éxito será clave el managing by walking around, es decir, tener esa generosidad para tener tiempo para los demás, y así hacer crecer a los compañeros y colaboradores sabiendo todo lo que rodea a la compañía. El mundo no cambia si no sales de tu despacho, esta máxima debe estar presente siempre en tu estilo de liderazgo. 

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• Hacer. Para hacer se tiene que tener conocimientos.
• Poder hacer. A parte de los conocimientos se requieren capacidades.
• Saber hacer. Hay que saber hacer para poder llevar a cabo la estrategia.
• Querer hacer. Solo si se desea se puede conseguir. 
• Hacer-hacer. Hacer que los demás hagan. 

¿Qué papel juega el desarrollo directivo en el liderazgo?

Un directivo se encuentra siempre con una tipología de problemas muy peculiares. No tienen una resolución única ni óptima, ya que dos directivos ante un mismo problema pueden no actuar igual. 

Además, estos problemas tienen una profundidad, amplitud y alcance mucho más grandes a los que se puede encontrar un técnico o un director de departamento. Son decisiones que pueden afectar a la empresa para los próximos tres años, por ejemplo.

Se trata de problemas muy complejos y que, además, en el 90% de los casos tienen connotaciones humanas. Las habilidades que tiene que desarrollar un directivo van relacionadas estrechamente a este tipo de situaciones. 

No existe una fórmula única, pero la experiencia juega un papel clave. Este feedback puede conseguirse mediante los años y experiencias profesionales, con la ayuda de jefes que potencien tu aprendizaje, o con formaciones sobre Desarrollo Directivo. Los programas formativos son una herramienta perfecta para aprender del entorno. Mediante el networking con compañeros se puede conocer otras experiencias y maneras de hacer, así como realizar ejercicios prácticos sobre situaciones controladas y ver diferentes estrategias con las que abordar una situación. 

→Más sobre: La relación entre las habilidades directivas y las técnicas de liderazgo

Es importante que cada directivo sea capaz de desarrollar su propio estilo de liderazgo. Para ello, se necesita aplicar ciertas técnicas de desarrollo directivo y reunir o desarrollar las siguientes cualidades: 

• Ser curioso. Saber hacer preguntas más que tener las respuestas. Saber escuchar.
• Entrenabilidad desde el punto de vista del aprendizaje-desaprendizaje.
• Pasión por lo que se hace. Si no te gusta lo que haces, seguramente, no darás lo mejor de ti.  
• Equilibrio entre empatía y orgullo. Los extremos siempre son malos. Hay que encontrar un equilibrio. 
• Resiliencia. Se va a fracasar muchas veces, pero siempre que una equivocación sea una fuente de aprendizaje nunca será un error. 

Entornos VUCA, retos u oportunidades

Aunque hablar de entornos VUCA es hacer referencia a la inestabilidad, la volatilidad, la incerteza y la complejidad, los directivos deben revertir la situación. Para ver el entorno VUCA como una oportunidad sus características pueden leerse como: 

Volatilidad por Visión. Es importante tener un rumbo y un propósito claro del futuro que se desee a nivel personal y profesional. 

→Más sobre Dirección estratégica: qué es y cuáles son sus fases

Uncertainty por Understanding. Intentar comprender cuáles son las interconexiones entre la sociedad y la empresa y hacerlas transparentes. Hay que entender cuál es la cultura de trabajo de la compañía, armonizar habilidades y explotar la diversidad. Una empresa debe ser un reflejo de la sociedad. 

Complejidad por Claridad. Apartar burocracias e ir directos al valor. Enfocarse a lo que realmente importa generando confianzas y complicidades. Un directivo debe ser uno mismo e ir directamente al foco del problema sin aparentar lo que no se es. 

Ambigüedad por Adaptabilidad/Agilidad. Las empresas y las personas debemos gestionar las empresas con una mentalidad ágil. Hay que adaptarse para promover el empoderamiento y autoresponsabilidad de nuestro futuro. No se puede delegar la responsabilidad del futuro de la empresa a otras personas. Una metodología de gestión ágil ayudará a que la empresa sea más resiliente y consistente a los cambios. 

Conclusiones 

• Las empresas deben transformar su cultura apostando por el talento, situando a las personas en el centro. Además, la diversidad, sostenibilidad y la economía circular generarán valor social. Por último, incorporar la transformación digital e innovación ayudará a agilizar procesos. 
• La preparación es crucial para el desarrollo directivo en la actualidad. Hay que aprender y desaprender constantemente para poder dar respuesta a los nuevos retos y desafíos. 
• Como directivo, debes trazar tu propio plan estratégico personal teniendo en cuenta: 
  • Stops. Qué vas a dejar de hacer de lo que hacías porque ya no te funciona.
  • Keeps. Qué cosas vas a continuar haciendo porque eso aporta valor.
  • Starts. Qué cosas debes hacer de nuevo, distintas que antes no hacías.

Estas reflexiones de Pere Mañé, director del posgrado en Desarrollo Directivo, forman parte de la Charla On: “Claves para ser un directivo de éxito: ¿Cómo afrontar los desafíos actuales?”.

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