estrategia empresarial
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La importancia de la estrategia empresarial en la consecución de objetivos

Existen casi tantas estructuras de negocios como personas. Cada una de ellas debe decidir qué es lo mejor para su empresa, y por ello es extremadamente difícil hablar de una única estrategia empresarial que funciones para todos. Sin embargo, sí podemos decir que es el hilo conductor que puede llevar nuestro negocio a buen puerto. Nos ayudará a lograr nuestros objetivos.

La estrategia empresarial, ¿qué es?

Una estrategia empresarial sirve para dar forma a nuestro negocio. Podemos definirla como el conjunto de decisiones que nos llevarán a conseguir una ventaja competitiva. Y, en última instancia, a alcanzar nuestros objetivos y nuestra visión de negocio a largo plazo. Pero, dado que no hay una única estrategia que funcione para todos, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de componer la nuestra? Te proponemos cuatro puntos a seguir:

Establece tus objetivos a medio y largo plazo

Lo primero que una empresa debe tener claro son su misión, su visión y sus valores. Con ellos, puedes marcarte unos objetivos que puedes alcanzar. Puede ser una guía que te indique a dónde quieres que llegue tu negocio en una franja temporal de 3 a 5 años. Intenta que sean objetivos cuantificables, y no sólo objetivos indefinidos como «ofrecer una gran calidad». Este es el primer paso y el más importante, puesto que la estrategia empresarial se basa en alcanzarlos. También es el momento de establecer marcadores. Es decir, cifras u objetivos deseables que nos servirán para compararlos con los resultados reales obtenidos una vez que acabe el proceso.

Desarrolla la estrategia de negocio

Analiza tu empresa y responde a varias preguntas: ¿qué producto o servicio ofrezco? Si son varios, ¿están relacionados? ¿Dependen entre sí? Y, para poder ofrecerlos, ¿de cuántos departamentos dispongo? ¿Dónde lo voy a comercializar? Una vez definida la forma de trabajar, las líneas de negocio y las fases de producción, pregúntate por el servicio post-venta y cuáles van a ser tus círculos de actuación. Todas estas preguntas te darán una visión global y te darán una estrategia a seguir para poder tomar decisiones. Además, serás consciente de los recursos disponibles.

Analiza la competencia

Y cómo está tu negocio con respecto a ella. ¿Qué puedes ofrecer tú que no ofrezcan los demás? En definitiva, ¿cuál es tu ventaja competitiva? En estos casos, es muy conveniente realizar un DAFO realista, que nos dé una idea de la situación real. Analiza tus puntos fuertes, tus debilidades, fortalezas con respecto a la competencia y las oportunidades en tu entorno, y piensa cómo puedes mejorar. Es muy importante que seamos capaces de encontrar el elemento que nos diferencia de los demás.

Elabora líneas de actuación

Una vez definidos los tres puntos anteriores, estás listo para pasar al siguiente paso: elaborar líneas de actuación. Sabiendo qué objetivos quieres alcanzar, los recursos que tienes a tu alcance y qué te diferencia de los demás, puedes trazar las estrategias que debe seguir cada departamento. ¿Cómo puedes reducir el coste de materiales? ¿Y optimizar las relaciones interdepartamentales? El servicio post-venta o de seguimiento de calidad, ¿qué protocolos deben seguir?

Siguiendo estos cuatro puntos, serás capaz de crear tu propia estrategia empresarial, que será perfectamente válida para tu negocio.

La importancia de la estrategia empresarial en la consolidación de objetivos

No sólo necesitamos tener una estrategia clara a seguir para lograr los objetivos que nos marquemos, sino que los objetivos deben ser la base sobre la que cimentemos nuestra estrategia empresarial. Gracias a ella, que nos garantizará una correcta toma de decisiones, nos aseguraremos la consecución de nuestros objetivos. De todas formas, cada empresa o negocio es una entidad que evoluciona con el tiempo, por lo que te aconsejamos que mantengas tu estrategia como algo vivo, que pueda evolucionar. Mide tus resultados y compáralos con los marcadores de control (es decir, con los objetivos que te has marcado en un inicio), de forma que puedas observar GAP’s, corregir errores y aplicar cambios en futuras líneas de negocio o formas de trabajar.

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